Licencia

martes, 26 de abril de 2011

Tuenti. El hijo bastardo

Es una obviedad decir que la red social Tuenti (Tu entidad), está más que implantada en nuestra sociedad;  especialmente en una juventud que pasa cada vez más tiempo sumergida en dicha herramienta comunicativa.

Aunque en un principio su creador, Zaryn Dentzel, la diseñó con el objetivo de socializar pequeños grupos de universitarios españoles, a día de hoy se cuentan por millones los usuarios de Tuenti. Público que dista mucho de ser universitario en su mayoría, en la medida que tampoco está únicamente dirigido a los veinteañeros, que en un principio formaban la red social. Hoy en día, cuenta con gente de todo tipo de condición, edad, intereses, ideologías etc. Dato del que han sabido sacar jugo y beneficio.

Por ello, en 2010 la multinacional española Telefónica -ávida siempre de expandir negocio-, adquirió un 85% de las acciones de la red social. Dándose, desde el primer momento, un giro radical en la concepción del site al implantarse una nueva política en cuanto a publicidad se refiere. Pasó de no tenerla, a la omnipresencia “promocional” de las firmas de consumo más importantes de España. Era y sigue siendo, sin lugar a dudas, una fuente directa de consumidores susceptibles, expuestos a una larga variedad de productos de distinta tipología.

Pero, ¿dónde reside el secreto de Tuenti? 
Se podría decir, que Tuenti se convirtió en el Zara de las redes sociales, es decir, cogía lo “mejor” de las redes sociales que ya operaban con éxito, y además, lo amoldaba a una sociedad que tecnológicamente es bastante torpona. Por lo que, la premisa esencial sería una plataforma que atrajera por su fácil manejabilidad, procurando siempre seguir la filosofía de “me too… but better”. Así pues, se han ido incorporando paulatinamente herramientas y/o aplicaciones que imitaran otras redes sociales con más rodaje y que estaran previamente arraigadas:

-(Ídem Twitter)> El límite de caracteres del “estado” es de 140, se pueden hacer menciones con @,…
-(Ídem Facebook)> Se pueden comentar los “estados”, existe Chat , se pueden crear eventos “Yo también…”, juegos interactivos para usuarios…

Una web de humor, se mofa de la presunta filosofía de Tuenti

Éstos, han sido solamente, unos pocos ejemplos de los ingredientes que ha utilizado Tuenti para alcanzar su popularidad. Y es que como decía en el título, es un hijo un tanto bastardo, pero no por ello claudica de ser uno de los avispados de la clase…



Un estudio sobre tuenti de estudiantes universitarios en euskara. (Hacer click)