Las personas que trabajan en gestionar la reputación de marcas comerciales, desde las grandes corporaciones hasta aquél pequeño empresario, se han topado con un cambio sustancial propiciado por la aparición del mundo web 2.0.
Las marcas de hoy en día no son sordas, o al menos no deberían serlo, ya que el público ha pasado de únicamente escuchar su mensaje unidireccional, a hablar e interactuar.
Desde los orígenes de este fenómeno, se ha venido creyendo que el público solamente se dirige a espacios en internet para hacer crítica con mala baba, pero mucho más lejos de la realidad, las marcas que han sabido gestionar bien su reputación online, han conseguido establecer sólidos vínculos con consumidores potenciales. Incluso en algunos casos han logrado los preciados evangelizadores, aquellos que pregonan por los cuatro vientos las virtudes de sus marcas más preciadas y las defienden ante detractores.
Por eso, se ha vuelto esencial hacer especial hincapié en lo que se comenta sobre nosotros en el entorno 2.0, ya que si no atendemos a las demandas (lógicamente las coherentes), nos puede pasar factura y puede derivar de un tema anecdótico a un grave problema de imagen.
Empresa que ofrece de esta manera sus servicios de gestión en reputación online
En el caso que os mostraré ahora, los establecimientos que sirven “preparados de alcohol”, quedan sometidos a la dura crítica del consumidor de a pie (éste que quiere conocer la opinión de los demás y que va a actuar en consonancia). En este espacio, el usuario denuncia a los que supuestamente utilizan bebida de “garrafón” para sus tragos, pero también premia a aquellos que lo hacen bien. Y como se dice: "en el reino de los ciegos el tuerto es el rey".
Evidentemente, un buen gestor de marca tendría que estar atento a los indicadores que se le pudieran estar dando para tomar medidas al respecto. Procurando actuar, antes de que el objeto de las críticas se convierta en una etiqueta negativa, que a posteriori fuera imposible de modificar.